Como ya hemos descrito, está documentado que el contacto a través de una pantalla no reemplaza la construcción de vínculos «reales» y que los miles de amigo/as en IG no son esa cantidad de amigos, sino que son «conocidos»… una amistad real supone elementos de compartir y sostén emocional, entre otras cualidades.
También, hemos abordado que es más probable que se dé un uso problemático de pantallas en niño/as y jóvenes que se sienten solo/as (Shuting, Zhongping, Niu, Fan y Hao, 2023), por tanto, que éstos reemplazan el juego o el compartir con otro/as niño/as y jóvenes de su edad de modo presencial. Lamentablemente sabemos que en Chile la desigualdad tampoco posibilita que familias de escasos recursos tengan espacios al aire libre que potencien el juego y que muchas veces se vive en el hacinamiento y con temor a habitar espacios públicos. Todos estos factores, más otros, explican porqué la infancia en Chile es tan triste y porqué tenemos récords en enfermedades mentales en esta tan relevante etapa (Lecannelier, 2023).
A pesar de lo anterior, si somos madres, padres o cuidadores principales, debemos intentar hacer de la infancia la mejor época posible, sabiendo los efectos biopsicosociales de esta crucial etapa, en la vida y trayectoria posterior.
De esta forma, humildemente le sugiero que, primero si invita niño/as o jóvenes a jugar a su vivienda, ponga la regla de que no traigan dispositivos digitales, conversando previamente con los cuidadores principales de ello/as. Esto es mucho más sencillo si lo instala desde la temprana infancia, y ojalá conociendo y compartiendo las mismas reglas con estos adultos. Si lo efectúa en la adolescencia, ya le resultará muy complejo, ¡pero no imposible!
Luego, si el clima lo acompaña, salga al aire libre, para ello las plazas, si no cuenta con patio, son fundamentales. Si usted trabaja 24/7, intente buscar apoyo de otros adultos para lograr esta misión. Si, por otra parte, el clima no es su aliado, motive inventar juegos en casa, tales como picnic en el suelo, dibujos, lecturas colectivas, etc. No se necesita necesariamente juegos de mesa complejos y caros, piense en su infancia y le aseguro que lo que más recuerda con alegría de alguna actividad recreativa, fue cuando «se disfrazó con ropa de su madre, o hizo una batería con las ollas de la casa o simplemente saltó media hora en una cama de sus padres». Por su puesto, si pueden hacer actividades con usted, como adulto, es ideal, proponer caminatas o algún juego que le guste jugar a usted como adulto. Recuerde que el goce es lo más importante, entonces ¡no juegue legos si no le agrada!, a pesar de “ha leído que son muy buenos para potenciar la inteligencia”, ya que no lo disfrutará y sus hijo/as y sus amigo/as lo notarán.
Tampoco olvide que somos un ejemplo para nuestro/as hijo/as ya que, si no nos damos tiempo para jugar con ello/as, les daremos cuenta que no solamente no son importantes, sino que crearemos adultos sin goce, sin capacidad de jugar y replicaremos adultos como nosotros, que lamentablemente no ponen límites laborales y muchas veces «viven para trabajar». Es nuestro deber sensibilizar a las jefaturas de estas materias, de la relevancia en la conciliación familia/trabajo y todas sus implicancias en la vida nuestra y de nuestro/as niño/as y jóvenes a cargo… y a nuestra pareja, si vivimos en una familia heterosexual y soy mujer y trabajo en casa! También usted requerirá tiempo de ocio y de juego con sus niño/as o jóvenes a cargo.
Viviana Tartakowsky Pezoa
Directora Escuela Psicología
Universidad Bernardo O’Higgins
