La Escuela de Fonoaudiología de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), en colaboración con el Gestor Social y Cultural para el Barrio Huemul, Ulises Sánchez, y la Fundación Guadalupe Acoge, llevaron a cabo un operativo auditivo enfocado en la evaluación y diagnóstico de niños y niñas de la fundación. Este proyecto tuvo como objetivo analizar aspectos relacionados con las Estructuras Fonoarticulatorias (EFA), la articulación, la cognición (control atencional y memoria) y las habilidades lingüístico-comunicativas generales según su desarrollo evolutivo.
El director de la Escuela de Fonoaudiología, Daniel Guzmán, destacó el impacto positivo de esta actividad en la formación de los estudiantes: “Este tipo de actividades tiene gran valor para la formación de nuestro estudiantado puesto que permiten aplicar conocimientos y habilidades profesionales desarrolladas, junto con potenciar su compromiso social con la comunidad y su perspectiva ética, inclusiva y humanizada que se espera en su desempeño profesional”.
Ulises Sánchez, gestor social y cultural del Barrio Huemul, subrayó el rol de la Universidad como un actor clave en el entorno local: “Como Universidad, buscamos ser un actor relevante en el fortalecimiento y desarrollo del entorno local donde estamos ubicados, y dada nuestra presencia en el Barrio Huemul con nuestro Campus Clínico, es importante establecer puentes de participación y colaboración con las organizaciones sociales, culturales y educacionales del sector, por tanto, esta actividad que realizamos en la Fundación Guadalupe Acoge cumple con ese objetivo”.
Por su parte, Francisca Justiniano, directora ejecutiva de la Fundación Guadalupe Acoge, expresó su agradecimiento por esta colaboración: “Agradezco la actividad y valoro el vínculo que se está formando con la Universidad. Esperamos que se continúen afianzando lazos permanentes”.
Cabe destacar que, la Fundación Guadalupe Acoge, ubicada junto al Campus Clínico Huemul en el edificio patrimonial ex Gota de Leche, atiende a 24 niños y niñas de entre 3 y 6 años, quienes han sido vulnerados en sus derechos. Durante su permanencia en la fundación, reciben cuidados, educación y apoyo, mientras se trabaja para que puedan reintegrarse en un ambiente familiar.
Esta iniciativa es un ejemplo del compromiso social y la responsabilidad ética que la Universidad Bernardo O’Higgins asume con su entorno, fortaleciendo la colaboración con organizaciones locales para generar un impacto positivo en las comunidades vecinas.