La Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), en colaboración con la Fundación Gastronomía Social, finalizaron con éxito el proyecto “Promoción de la sostenibilidad alimentaria a través de la valorización de excedentes agroalimentarios y el empoderamiento femenino para la formulación de nuevos productos alimentarios”, impulsado por las estudiantes Katti Quiñihual, Anita Estobar y Constanza Jerias, bajo la supervisión de la directora de la Escuela, Ximena Rodríguez.
Constanza Jeria, una de las estudiantes encargadas de liderar el proyecto, destacó la importancia de la experiencia: “Para mí, significó unirme a un movimiento que inspira el cambio, promueve la sostenibilidad y fomenta la innovación alimentaria. Gracias a la colaboración y formación, aquello que antes se descartaba se transforma en un recurso con alto valor social y económico. Minga es un claro ejemplo de cómo las pequeñas acciones colectivas pueden tener un gran impacto en las comunidades”.
Durante el desarrollo de esta iniciativa, participaron 39 mujeres de distintas comunas de la región Metropolitana, quienes forman parte del proyecto. A lo largo de las sesiones, las participantes adquirieron valiosos conocimientos sobre temas clave como la manipulación segura, higiene, desinfección y prevención de la contaminación alimentaria.
Por su parte, la directora de la Escuela de Nutrición y Dietética, Ximena Rodríguez, subrayó la relevancia de la iniciativa: “La valorización de los residuos orgánicos es una de las estrategias más efectivas para mitigar el cambio climático y fomentar una economía circular. Además, el empoderamiento femenino juega un papel fundamental en este proceso. Brindarles las herramientas necesarias, como educación y acceso a tecnologías, no solo mejora su calidad de vida, sino que también transforma positivamente a toda la comunidad”.
Desde la perspectiva de la Fundación Gastronomía Social, Catalina Núñez, nutricionista de Minga, compartió su visión sobre los logros alcanzados: “Este proyecto nos llena de orgullo, especialmente al ver cómo mujeres jefas de hogar se empoderan, crean lazos duraderos entre ellas y descubren nuevas formas de aprovechar los alimentos rescatados. La colaboración ha sido clave, y las formaciones brindadas por las estudiantes de último año de la carrera en temas de inocuidad alimentaria y diseño de productos fueron muy valoradas por las participantes”.
Cabe destacar que, la iniciativa financiada por el Fondo Estudiantil VcM de la Dirección de Programas y Proyectos de Vinculación con el Medio (VcM), tuvo como principal objetivo evaluar la eficacia de las intervenciones educativas enmarcadas en dicho proyecto.
Este trabajo colaborativo no solo refuerza el compromiso de la UBO con la sostenibilidad y la innovación social, sino que también contribuye al desarrollo de competencias en nutrición y gestión alimentaria en un contexto de impacto comunitario y económico.