“Ética B-learning: Experiencia en la Facultad de Salud, Ingeniería y Educación en la Universidad Bernardo O’Higgins” fue la ponencia que presentó la encargada de Recursos de Aprendizaje y Tecnologías de la Información, Margarita Paredes, en el XXIV Congreso Internacional de Educación y Aprendizaje que se realizó en la Universidad de Hawái en Manoa, Honolulu, Estados Unidos.
El Congreso reunió a profesionales de distintas partes del mundo que compartieron investigaciones y proyectos sobre los nuevos medios para un nuevo aprendizaje. En ese contexto, Margarita presentó la propuesta didáctica, con modalidad semipresencial, en la cátedra de “ética” que se aplicó en nuestra Casa de Estudios Superiores, estrategia que alcanzó un nivel de aprobación de más del 80% de los estudiantes inscritos en la asignatura.
“La sostenibilidad, la diversidad, el aprendizaje, el futuro de las humanidades, la naturaleza de la interdisciplinariedad, el lugar de las artes en la sociedad, las conexiones de la tecnología con el conocimiento y el papel cambiante de la universidad, son preguntas profundamente importantes de nuestro tiempo que requieren un pensamiento interdisciplinario, conversaciones globales y colaboraciones intelectuales e interinstitucionales”, señaló la colaboradora de la Dirección de Formación Integral.
Además, recalcó que estas instancias son beneficiosas para toda la comunidad universitaria, debido a que los medios digitales entregan nuevas posibilidades de enseñanza y aprendizaje. “A nivel estudiantil, se pueden incorporar innovadoras metodologías para utilizar ambientes virtuales de aprendizaje; a nivel académico, para que utilicen las aulas digitales en su práctica docente; y a nivel general, integrar los recursos tecnológicos en los procesos de formación profesional”, explicó Margarita.
Tras las exposiciones, debates y reflexiones, la Encargada de Recursos de Aprendizaje y Tecnologías de la Información de la U. Bernardo O’Higgins consideró que participar en este tipo de citas es relevante para la Institución Educativa, porque “se comienza a valorar la innovación en los procesos de enseñanza-aprendizaje, vislumbrando y proyectando las potencialidades que entregan los recursos tecnológicos. Además, es una oportunidad de vincularse internacionalmente y proyectarse a futuro en líneas de desarrollo asociado a la Educación Superior, logrando renovar la práctica de enseñar”.