Para cada etapa de desarrollo, el movimiento es un aspecto esencial en la vida y tiene importantes implicaciones en la salud de las personas, desde el punto de vista físico, cognitivo y socioemocional. Para movernos eficientemente, son relevantes las habilidades motoras fundamentales.
Estas habilidades del cuerpo humano son un componente del desarrollo físico, y un factor clave para promover estilos de vida saludable y activos a lo largo de la vida. Las habilidades motoras fundamentales son los componentes básicos necesarios para dominar movimientos más complejos y específicos, lo que permite la participación en varios deportes, bailes y juegos.
Las habilidades son clasificadas en tres subcategorías. Por una parte están las de locomoción, que permiten dominar y conocer el espacio, y ayudan a trasladar el peso corporal. También están las de control de objetos, que facilitan un contacto controlado y preciso con los objetos de su entorno. Por último, se encuentran las de estabilidad, que ayudan a controlar el cuerpo en el espacio. El desarrollo de estas habilidades debe ocurrir durante la primera infancia, entre los 3 y 5 años, principalmente a través de la participación en actividad física. Niños y niñas adquieren competencias en estas habilidades mediante la práctica y la experiencia temprana.
La competencia de habilidades motoras fundamentales está asociada con numerosos beneficios para la salud, y es importante para el desarrollo holístico de niños y niñas. Los preescolares con un mayor desarrollo de estas habilidades cuentan con niveles altos de rendimiento académico, pasan más tiempo en actividad física y reducen el tiempo destinado a comportamiento sedentario; además, logran una cantidad adecuada de horas de sueño y mantienen un peso corporal idóneo para su edad. Mientras que aquellos niños y niñas con un menor desarrollo en estas habilidades están menos activos físicamente, lo que genera una serie de problemas para su salud.
La primera infancia es vital para estimular las habilidades motoras fundamentales y equiparar la brecha entre niños y niñas. Se recomienda a padres, educadoras de párvulo y profesores/as de Educación Física brindar la oportunidad de que niños y niñas se muevan y diviertan a través de juegos, actividades guiadas y/o programas estructurados, haciendo hincapié en la exploración del movimiento y las actividades de resolución de problemas. En este sentido, es importante la oportunidades de estímulos y refuerzo positivo por parte de los adultos para reducir el miedo al fracaso y fomentar el establecimiento de un autoconcepto saludable. Es esencial que niños y niñas estén implicados en actividades que permitan moverse por el espacio o mover su cuerpo de un punto a otro de diferentes maneras, como galopear, gatear, saltar, saltar en un pies, caminar hacia atrás, trepar, desplazamiento lateral, etc. También son relevantes las actividades que impliquen manipular o controlar objetos y la coordinación de la vista con las manos (óculo-manual/ojo-mano) con diversos materiales, de distintos tamaños, texturas y colores, involucrando habilidades como atrapar, patear, golpear, lanzar, entre otras, haciendo prácticas desde lo más simple a lo más complejo. Es importante considerar la realización de actividades o juegos en diferentes direcciones, orientaciones, distancias como izquierda, derecha, arriba, abajo, adelante,
atrás, etc.; la participación de todas las partes del cuerpo, reforzar la buena postura con afirmaciones positivas y utilizar varias modalidades sensoriales (gusto, tacto, visión, auditiva, olfativa y kinestésica).
Recordar que los intereses y las habilidades de los niños y niñas son similares e individuales, y no se requiere hacer actividades separadas por género durante este periodo y permita que niños y niñas progresen a su propio ritmo. Es necesario involucrar e incentivar a las niñas en disciplinas, juegos y/o actividades enfocadas en habilidades de locomoción, habilidades que requiera la manipulación de diversos objetos y estabilidad de igual forma que los niños, sin hacer diferencias. Las actividades que incorporan el uso de la música y la rítmica se disfruta en este nivel y son valiosas para mejorar las habilidades motoras fundamentales. Todo ello será esencial para un crecimiento y desarrollo saludable.
Paz Belén Fernández Valero
Docente Escuela de Educación Física, Deporte y Recreación, Facultad de Educación
Universidad Bernardo O’Higgins