Los índices de obesidad en Chile preocupaban a las autoridades y, como consecuencia, hace dos años que se visualizan envases con llamativos rombos negros con mensajes claros: “Alto en calorías”, “Alto en grasas saturadas”, “Alto en sodio” y “Alto en Azúcares”. Esta iniciativa inició su segunda etapa el 27 de junio, la que llegó con más exigencias y restricciones para los productos envasados.
En aproximadamente un 10% aumentará la cantidad de alimentos que portarán sellos, por lo que no se sorprenda si aquellos tarros de conservas, postres o colaciones que prefería porque estaban fuera de los parámetros considerados por el Ministerio de Salud, los encuentre rotulados como “alto en…”, al sobrepasar la cantidad de nutrientes por cada 100 gramos.
Para comprender los cambios que traerá esta segunda etapa, la académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Bernardo O’Higgins, Andrea Rubio, explica detalles sobre la nueva medida que tendrá como testigo a los consumidores al momento de realizar sus compras.
¿Cuáles son las diferencias entre la primera y segunda parte ley de etiquetados?
Esta ley consta de tres etapas, cada una más restrictiva que la anterior, para no afectar directamente a la industria y a las características organolépticas de los alimentos. Entonces, la normativa se ha puesto más exigente en disminuir la cantidad de calorías, sodio, azúcares y grasas saturadas en los alimentos, por lo que la industria deberá disminuir la cantidad de nutrientes que se están midiendo para que sus productos no lleven impresos los sellos negros.
¿Cuáles son las falencias de esta legislación?
Las falencias van desde la primera etapa y van a estar en las próximas, debido a que dentro de la regulación está solamente el tema de calorías, sodio, azúcares y grasas saturadas, dejando de lado el resto de los ingredientes que contienen. Como está permitido utilizar otro tipo de ingredientes, la mayoría de los productos que debiesen llevar sellos pero no los tienen, son reemplazados por edulcorantes artificiales como el aspartamo, sucralosa, sacarina o la stevia, lo que no está bien porque son químicos no saludables que podrían provocar la aparición de radicales libres, precursores de mutaciones celulares que derivan en un cáncer.
¿Por qué la normativa no regula que los nutrientes restringidos sean reemplazados por químicos?
Creo que hizo falta un nutricionista de apoyo detrás de esa ley, porque creo que cualquier profesional del área hubiera previsto que la industria iba a querer vender sus productos a como diera lugar y que, obviamente, sin sellos iba a ser mejor. Está claro que si me venden un producto rico, sin sellos, como si fuera saludable, la gente lo va a preferir y será un negocio redondo.
¿Cómo impacta esta modificación en Chile?
Habría que ver lo que pasará con aquellos productos que están en los límites establecidos por la ley, para ver si la industria va a modificar la composición de estos productos o los mantendrá con sellos, repercutiendo directamente en el resto de la población. Tras la primera etapa, la mayoría de las personas ve los sellos pero no ha cambiado el consumo de alimentos, lo que se refleja en que de cada 10 personas, con suerte 3 individuos han cambiado su hábito de consumir alimentos por los sellos.
Entonces, ¿se logrará generar un cambio de hábito alimenticio?
De todas formas creo que sí, ya que, logrando el cambio de una persona ya suma, pero no sé si va a lograrlo en la mayoría de la población, que es su objetivo. Falta información y preocupación detrás de esta ley para generar un verdadero cambio. Lo importante es comer de forma equilibrada y preferir alimentos saludables, no aquellos productos diet o light ya que sus químicos nos los hacen sanos.