Déficit docente: Pasan los años, persiste el problema

Categoría: Opinión

A casi dos semanas de la publicación de resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) enfrentaremos, indudablemente, el mismo problema que se arrastra por años: El bajo interés por estudiar pedagogías. Ciertamente esta tendencia concitará la atención de los medios, pero lo hará brevemente, y  luego será olvidada, como sucede año tras año, a favor de otros temas contingentes. Así, el gran problema país del déficit docente actual y proyectado a futuro seguirá sin solución concreta por la política pública educativa, con el consecuente impacto en todo el sistema educativo chileno, siendo, en última instancia, nuestros escolares los principales perjudicados al no contar con docentes idóneos.

El bajo interés por estudiar pedagogía es una tendencia que se arrastra marcadamente desde hace más de cinco años. Según datos del Consejo Nacional de Educación (CNED), en 2022 la matrícula total y de primer año de pedagogías tuvo variación anual negativa de  -7,2% y -8,1%, respectivamente, tendencia ya observada en 2019, 2020 y 2021. Se estima que para 2030 podríamos tener un déficit de unos 30 mil docentes. Las causas que explican este desinterés son multifactoriales, pero lo cierto es que la caída en las postulaciones a pedagogías es un problema que nos impacta fuertemente como sociedad por cuanto el profesorado idóneo y calificado es un elemento clave, absolutamente necesario para sostener el sistema educativo nacional, protagonistas fundamentales de la implementación curricular. Este tema debiese ser prioritario para la política pública educativa para que los distintos actores involucrados en ella generen mecanismos que mejoren sustantivamente el posicionamiento social de las pedagogías, aumenten significativamente sus remuneraciones, mejoren las condiciones laborales del profesorado, aumenten sus opciones de especialización y generen estrategias efectivas de atracción de vocaciones pedagógicas.

Se ha recalcado la necesidad de contar con profesorado de calidad, de excelencia, pero para ello los futuros pedagogos debiesen, a la vez, percibir condiciones de desempeño realmente atractivas que permitan optar por una profesión clave para el desarrollo futuro del país. La actual problemática psicoeducativa, de conflicto y violencia escolar, de aprendizajes no logrados y de deserción del sistema clama con suma urgencia: Más profesoras y profesores para Chile.

 

 

Manuel Cortés

Decano Facultad de Educación 

Universidad Bernardo O’Higgins 

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