Se nos ha informado en estos últimos meses múltiples casos de contagios en pacientes menores de 18 años y adultos con la bacteria Mycoplasma pneumoniae. Esta bacteria ha existido siempre como uno de los agentes etiológicos de nuestros pacientes especialmente en períodos de invierno. Sin embargo, esta característica epidemiológica, en esta oportunidad ha variado y nos ha colocado en alerta debido al aumento de casos de neumonía. Lamentablemente se han presentado en nuestro país casos muy graves incluso mortales. La alerta ministerial ya fue emitida hace más de un mes, sin embargo, los casos no han desaparecido, por lo que como Escuela de Enfermería de la Universidad Bernardo O’Higgins se nos hace imperioso hacernos presentes con algunos consejos básico que podemos recordar que son fundamentales para el autocuidado. Muchas veces estos consejos se reciben de manera superficial dado la percepción de la comunidad de no ser significativos.
Esta bacteria manifiesta un sin número de sintomatología, más asociada comúnmente a enfermedades respiratorias. Se transmite por contacto persona a persona a través de gotitas respiratorias y su período de incubación va de 2 a 4 semanas, por lo que su contagio es bastante fácil. Esta bacteria presenta ciclos epidémicos cada 3-a 5 años por lo que debemos estar alertas. Los pacientes pediátricos, pacientes crónicos e inmunosuprimidos son los que se pueden ver más afectados.
Hago hincapié en que no todas las infecciones respiratorias de menor o mayor sintomatología requieren tratamiento antibiótico, ya que sólo favorecen la gran temida epidemia del futuro, la resistencia a los antibióticos, por lo que ante sospecha debido a síntomas asociados al resfrío deben ser consultados con el médico con el fin de lograr un diagnóstico y tratamiento precoz y oportuno.
Los síntomas habituales son fiebre, tos seca persistente, perdida del apetito, astenia o pérdida de la fuerza muscular, dificultad respiratoria, cefalea y dolor de oídos. La mayoría de los casos pudieran ser leves, sin embargo, se debe estar atentos. El Ministerio de Salud se encuentra realizando un exhaustivo control y seguimiento de la situación epidemiológica que estamos cursando. Dado lo comentado, no olvidar ventilar los hogares de manera frecuente durante el día, el lavado de manos frecuente, especialmente al llegar a casa. Recordemos que esta bacteria puede transmitirse cuando una persona enferma tose, estornuda o contamina alguna superficie con gotitas donde nosotros tendremos contacto. Se debe toser o estornudar en el antebrazo, usar mascarilla en caso de síntomas, desinfectar superficies frecuentemente y eliminar pañuelos desechables de inmediato una vez utilizados. Estas medidas básicas nos ayudarán a protegernos y proteger también a la comunidad.
E.U. María José Ibacache Mondaca. PhD.
Escuela de Enfermería
Universidad Bernardo O’Higgins.