Con el objetivo de profundizar las metodologías para evaluar como los elementos emocionales regulan la conducta alimenticia, la profesora Macarena Valladares, del departamento de Ciencias Químicas y Biológicas y el CIBQA, realizó una pasantía en la Universidad Utrecht, en Holanda.
La académica de la UBO compartió prácticas de laboratorio con la doctora Evers, especialista en el tema que llevó a la profesora Valladares al país europeo. En tres días de pasantía, los colegas holandeses compartieron con la chilena todos los proyectos de investigación, además de los planes a futuro y colaboraciones que tienen con otros países del viejo continente.
En entrevista con la docente, ésta se refirió a detalles de su práctica científica.
Cuéntenos ¿Cómo fue su paso por la universidad holandesa?
La experiencia fue muy buena, mostraron mucho interés en lo que estamos haciendo nosotros en los laboratorios de la UBO. Además, pude recorrer otras instancias de la Universidad de Utrecht, lo que también contribuye en que acá en nuestra universidad, podamos establecer centros orientados a la nutrición que sean multidisciplinarios.
De la experiencia y lo aprendido en la Universidad de Utrecht, ¿Qué tiene mayor aplicabilidad en UBO?
Tiene dos aplicaciones concretas: la primera y a corto plazo es que comenzaremos a implementar acá en nuestros laboratorios técnicas para evaluar la conducta alimentaria emocional. En el mediano plazo la posibilidad de tener un convenio de colaboración con la Universidad de Utrecht que esperamos permita, entre otras cosas, realizar una pasantía más extensa y así generar proyectos y publicaciones en común.
¿Cuál es la diferencia entre los trabajos de investigación realizados en Países bajos a los que se realizan acá en Chile?
La diferencia radica en que el grupo de investigadores que visité realiza mucho trabajo en colaboración con grupos de otros países de Europa. De hecho, la doctora Evers comentaba que la mayoría de los proyectos a los que postulan son en conjunto con investigadores de otros países lo que permite realizar trabajos más complejos. En cambio, acá en Chile, nos cuesta más generar trabajos con grandes grupos de investigadores, en grupos multidisciplinarios, y lo que es aún más difícil es generar redes latinoamericanas de trabajo permanente como lo hacen en Europa.
Además de la pasantía, presentó un trabajo en el Congreso de Nutrición Clínica Europeo. Háblenos de los resultados.
Sí, presenté un trabajo en el 41° Congreso de Nutrición Clínica Europeo, en donde tuve la oportunidad de mostrar lo que hacemos a otros investigadores. Estoy muy satisfecha por la presentación en el congreso porque permite darse cuenta que vamos por muy buen camino, estamos realizando investigaciones relevantes y que debemos continuar para llegar a formar grupos dentro de áreas específicas, particularmente el departamento de Ciencias Químicas y el CIBQA.
¿Qué puede destacar de estos días de prácticas?
Lo más destacable es como ellos son capaces de trabajar formando equipo sólidos y estables, eso es porque establecen lo más relevante para luego adjudicarse proyectos, publicaciones, etc. Ellos conciben el trabajo científico como un trabajo en equipos multidisciplinarios y que sean capaces de mantenerse en el tiempo.