Investigación internacional forma parte del Proyecto de Evolución Urbana “Global urban environmental change drives adaptation in white clover” (Glue) que analizó más de 110 mil muestras del Trébol Blanco, recopiladas en 160 ciudades pertenecientes a 26 países.
El estudio de la planta, cuyo nombre científico es Trifolium repens, contó con la participación de investigadores de la Universidad Bernardo O´Higgins, integrantes del Centro de Investigación en Recursos Naturales y Sustentabilidad (CIRENYS). Se trata de la Dra. en Biología de la Conservación, Carolina León y del Dr. en Ecología, Alfonso Benítez.
El objetivo del estudio fue analizar los cambios evolutivos del trébol blanco (Trifolium repens) en áreas urbanas y rurales, y cómo los cambios ambientales pueden afectar o no los procesos evolutivos de esta especie que se utiliza como alimento para el ganado y también como césped.
Como señala la Dra. León, “la relevancia de este trabajo es que demuestra, a escala global, que el avance de las ciudades mediante la urbanización de espacios anteriormente naturales, genera cambios significativos en las especies para adaptarse a estas nuevas condiciones”.
Si bien esta investigación demuestra el efecto de las ciudades sobre los cambios en el trébol blanco, también deja abiertas nuevas preguntas. Una de ellas podría ser que el grado de contaminación (más alto en las ciudades) sea más importante que la herbivoría (consumo de material vegetal por parte de los animales), en seleccionar por una u otra característica en el trébol, señala el Dr. Benítez.
La investigación permitió una colaboración mundial sin precedentes y generó un enorme conjunto de datos que será estudiado por años, afirman sus autores. “Nunca ha habido un estudio de campo de la evolución de esta escala, ni un trabajo global de cómo la urbanización influye en la evolución”, recalca Marc T. J. Johnson, Líder de la proyecto e investigador de la Universidad de Toronto Mississauga.
CIRENYS desarrolla investigación científica básica y aplicada con el fin de promover la salud de los ecosistemas y la sustentabilidad de las actividades productivas y aspira a ser una unidad académica que realiza investigación científica de alto impacto. Establece una colaboración activa entre la academia, el sector productivo y organismos públicos, generando conocimiento y aplicaciones para fomentar la sustentabilidad ambiental, social y económica