Anualmente a nivel mundial entre el 1 y 7 de agosto, se celebra “ La Semana Mundial de la Lactancia Materna”, con el propósito de sensibilizar, crear conciencia y estimular todas la acción relacionados con la lactancia materna (LM) (1). Estas actividades son coordinadas por la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA) a la que se une la OPS para apoyar los esfuerzos para fortalecer las medidas de fomento y protección de la LM (1)
Considerando lo anterior y la situación mundial relaciona a la pandemia por SARS-CoV 2, parece apropiado reflexionar sobre la importancia de mantener una práctica activa de la LM en los niñas y niñas hasta los 2 años, tal como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) (2). Sin embargo, la posibilidad de esta transmisión vertical, intraútero, ya sea durante el parto o a través de la LM y las posibles complicaciones en los recién nacidos y lactantes son aún desconocidas (3), por lo tanto es imprescindible conocer cuan cierta es esta posibilidad.
Por todos es conocidos los grandes beneficios que tiene la LM, tanto para el niño, la madre y la sociedad (3). La LM protege a los recién nacidos y lactantes de múltiples enfermedades infectocontagiosas, sin embargo aún no se ha podido demostrar que proteja del SARS- CoV-2 (3).
Si bien la posibilidad de transmisión vertical ha sido propuesta por diferentes investigadores (3-6-7), no existe una evidencia cierta de infección neonatal, a pesar de que las madres infectadas al momento del parto, tengan presente a nivel del líquido amniótico, placenta y leche materna, el virus SARS-CoV2 (3). Lo que sabe de estudios existentes con otros virus SARS, es que lactoferrina, presente en la leche materna, interactúa con el receptor para el glicosaminoglicano heparán sulfato (HSPG), interfiriendo en la unión del virus a la célula. De esta manera se previene el contacto entre el virus y el huésped no generándose la enfermedad (8). Los estudios específicos a nivel mundial, destinados a determinar la presencia del virus en la leche materna, son escasos, sin embargo, todos los estudios resultaron negativos (7 9,10).
Considerando la evidencia existente, la OMS declara que es poco probable que la enfermedad pueda transmitirse al amamantar o a través de la leche materna extraída de una mujer considerada caso sospechoso o confirmado de COVID-19 (10).
Por consiguiente, frente a la evidencia científica disponible, diversas sociedades científicas dan su impresión al respecto, en cuanto a la recomendación de iniciar o mantener la LM en recién nacidos y lactantes cuyas madres resulten positivas al SARS -CoV2. Es así, como la Academia Americana de Pediatría, (2021), recomienda que frente a la pandemia por SARS-CoV2 mantener la lactancia materna, dado que los resultados disponible hasta ahora hace poco probable que el virus sea viable en la leche materna (12). La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, FIGO, (2021) señala que en la actualidad la información que emana de las diversas investigaciones existentes hasta ahora, son suficientes para llegar a concluir la transmisión vertical de COVID-19 (11, 12).
En Chile el Comité de lactancia materna SOCHIPE recomienda la mantención y protección de la LM durante la pandemia SARS-CoV-2, por ser una de las intervenciones más costo efectivas en salud, además que apoyar y mantener la LM es más importante que nunca en tiempos de catástrofes, pues se ha demostrado que disminuye la morbimortalidad infantil en tiempos de emergencia (13).
A modo de conclusión podemos decir que, aun no existiendo datos suficientes para hacer una recomendación basada en la evidencia científica, el amamantamiento en el caso de mujeres con SARS-CoV-2, es importante insistir en que la lactancia materna otorga muchos beneficios, además del potencial paso de anticuerpos madre-hijo frente al SARS-CoV-2. Por ello, y ante la evidencia actual, se recomienda el mantenimiento de la LM desde el nacimiento, siempre que las condiciones clínicas del neonato y madre lo permitan.
Ximena Concha Pinto
Académica Escuela de Enfermería UBO