En medio del debate sobre la Ley de Fármacos II, donde se discute la posibilidad de expender medicamentos en supermercados, dejando a discreción de los consumidores la compra e ingesta de remedios, resurge un problema histórico que hasta el día de hoy no tiene solución: la automedicación.
Si bien las razones que empujan a la población a la automedicación son variadas, se pueden encontrar factores influyentes como el comercio ilegal, la desinformación y la seguridad con que las personas ingieren fármacos. La directora de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Bernardo O’Higgins, Andrea del Campo, señala que la cultura es primordial porque “debemos pensar que los medicamentos no son bienes de consumo y que repercuten directamente en la salud de las personas, por lo que se debe privilegiar la atención farmacéutica para informar a la población”.
Además, la directora hace hincapié en que “ningún medicamento es inocuo, todos tienen contraindicaciones, por tanto todas las personas reaccionan distinto a los fármacos”. Teniendo en cuenta lo anterior, desmitificamos ocho medicamentos de uso popular, descubriendo los peligros que genera su consumo sin supervisión profesional y los efectos de cada uno de ellos.
Paracetamol
Este medicamento es un infaltable en el botiquín del hogar y su uso es variado, es un fármaco muy popular pero es muy tóxico, porque tiene un metabolismo hepático, es decir, que es el hígado el encargado de deshacerse del medicamento.
Con solo 6 gramos de Paracetamol al día se puede experimentar una crisis sistémica. Como es muy fácil que una persona ingiera la medida mencionada anteriormente puede generar efectos peores en el organismo, más aún si se mezcla con bebidas alcohólicas.
Ibuprofeno
Otro medicamento muy común en los hogares chilenos. El ibuprofeno es un antinflamatorio no esteroidal y tiene un método de funcionamiento parecido al ácido acetilsalicílico, que sirve para mitigar los efectos de la fiebre.
El problema es que este fármaco puede producir gastritis, acidez, úlceras, etc., y su consumo permanente repercute en el sistema digestivo, debido a que funcionan inhibiendo una enzima que protege la cubierta del estómago.
Omeprazol
Hasta hace poco tiempo, el Omeprazol se vendía sin receta médica, pero se obligó a tener indicación profesional porque a pesar de tener una gran eficacia contra la acidez y las úlceras estomacales, enmascara los síntomas de los cánceres gástricos, produciendo un diagnóstico tardío de estos.
Jarabes para la tos
En la época invernal, el consumo de jarabes para la tos aumenta. Pero una información importante a la hora de consumirlos es que solo atacan el síntoma, que en este caso es la tos, pero no atacan la patología que provoca el malestar. En ese sentido, es necesario consultar a un médico que pueda suministrar los fármacos que ataquen la enfermedad principal.
Además, hay jarabes que tienen codeína en su composición y pueden ser reconocidos porque tienen estrellas en sus envases, que provoca reacciones en el sistema nervioso central. Lo peligroso es que la codeína se metaboliza como morfina en el cuerpo, lo que puede provocar adicción.
Loratadina
Este medicamento es el protagonista durante la temporada primaveral, ya que combate los efectos de las alergias. El principal riesgo de este remedio es la cantidad de interacciones farmacológicas que posee, o sea, que reacciona de distintas formas dependiendo de los fármacos que se ingieren junto con la loratadina, abriendo la posibilidad que los efectos de los otros medicamentos se vean disminuidos.
Para asegurar el correcto funcionamiento del fármaco, se deben investigar los principios activos de cada medicamento. Esto se puede averiguar en los instructivos que están dentro de los envases.
Ácido Acetilsalicílico (Aspirina)
Si bien la “Aspirina” es recomendada para prevenir las enfermedades cardiovasculares debido a su acción anticoagulante, pero se debe tener en cuenta las alergias a sus componentes, ya que hay una gran cantidad de personas que tienen reacciones alérgicas y no lo saben.
Asimismo, los individuos que toman anticoagulantes no pueden consumir aspirina debido a que el efecto de estos medicamentos se duplicaría.
Viadil
Ante el dolor de estómago, hay personas que utilizan el viadil. Este medicamento tiene un perfil seguro, aunque al ser vendido en un formato líquido dificulta la medición de dosis exacta, lo que puede ser peligroso si se suministra a niños y bebés.
Además, el viadil debe tomarse con agua, cosa que la gente generalmente no hace y que puede afectar el correcto funcionamiento del producto.
Mentix
Debido a que el mentix tiene efectos en el sistema nervioso central, ayudando a la concentración, su uso se ha popularizado en los jóvenes. Pero este medicamento es una nebulosa, porque no se sabe con certeza cómo reacciona. Se conocen sus efectos, pero no se tiene claridad real sobre su funcionamiento, solo se sabe que es de la familia de las anfetaminas.
En cuanto a sus contraindicaciones, puede producir insomnio, ansiedad y dolores corporales, incluso pudiendo generar resistencia, es decir, que el umbral de efecto del mentix se modifica, necesitando cada vez más dosis para alcanzar el efecto deseado.